lunes, 13 de enero de 2014

III. Grigori


“La tierra desolada grita hasta las puertas del cielo
 por la destrucción de sus hijos.” Libro de Enoc

-Lucifer fue el Ángel rebelde más conocido, ya que en su caída por orgullo arrastró a una tercera parte de las tropas del Señor. A pesar de ello, no ha sido el único Ángel en rebelarse y caer, aunque si el primero. Posteriormente, muchos otros Ángeles se han cuestionado su lealtad a Dios, por motivos diversos y variados. Entre ellos resalta la caída de los Grigori, o Vigilantes, que cayeron por amor a las Hijas del Hombre al enamorarse de su belleza y querer yacer con ellas. Solo fueron doscientos y su pecado no fue amar o procrear con ellas, si no el enseñar a la humanidad conocimientos prohibidos, como los del árbol de la ciencia del bien y del mal en el Edén. Estos Ángeles cayeron por lujuria, amor y deseos de formar una familia. Su coro ya no existe en el cielo y no siguen a Lucifer en su idea de destruir la obra de Dios, pero son Anatema en el cielo y están considerados Caídos, en espera de Juicio por parte de Dios. Siguen vagando entre los hombres y esta es su historia.-Continuó Paulus. -Escucha, esto es muy importante, Dios pidió a los "Vigilantes" - un selecto grupo de ángeles del desaparecido décimo Coro en la Tercera Jerarquía - que asistieran a la creación de Edén. Tras la expulsión de Adán y Eva del Edén, Dios pidió a los Grigori que supervisaran la evolución de la descendencia de Eva en la Tierra. Así pues, estos vigilantes (también llamados "Grigori") descendieron a la Tierra para ayudar a los hombres y velar por ellos mientras creaban su nuevo hogar.
Pero sucedió que, cuando en aquellos días se multiplicaron los hijos de los hombres, les nacieron hijas hermosas y bonitas; y los Vigilantes (Hijos del Cielo) las vieron y las desearon. Llegó un momento en el cual se Semyaza, jefe de los Grigori, los reunió y les dijo a sus hermanos: "Llevo un tiempo viendo a las hijas de los hombres. Como crecen, se casan y tienen descendencia. Por largo tiempo he envidiado a los Hijos de Adán, codiciando el que puedan acceder al privilegio de tomar esposa y multiplicarse, y ya no puedo seguir ocultando mi tormento. He soñado muchas veces que nos mezclábamos entre los Hijos del Hombre y escogíamos mujeres entre sus Hijas para engendrar nosotros mismos descendencia. Pero temo que si os propongo algo como esto no queráis cumplir con esta acción y sea yo el único responsable de un gran pecado".- Prosiguió.
-Entonces, ¿Tú eres un Vigilante? ¿Un Ángel caído? ¿Quién o que eres Paulus?-Interrumpió Nicole.
-Simplemente alguien arrepentido.-
Otro incomodo silencio y otra vez las miradas de desconfianza, los ojos de Paulus dejaron de ser azules celestes y volvieron a tornarse miel, sólo que esta vez ya no brillaban, tenían más bien un tono oscuro.
-Nicole, es importante que entiendas, no todos los Grigori somos ángeles caídos, ni todos los ángeles caídos son bestias irracionales y ruines. No hay blanco o negro, sólo escala de grises. Aun así espera que acabe mi relato y después juzga y entonces y si todavía quieres te encomendaré una tarea. Pero primero escucha lo que tengo que decirte.
-La vida de un ángel es tan insulsa, tan insustancial…Los recuerdos están ahí impresos, recuerdos que no son tuyos, que no los sientes tuyos.
Por lo que a mí respecta podría haber luchado en la guerra contra Heylel  o podría no haber luchado, puede que lucharan otros, cayeran y los recuerdos de mi existencia sólo formen parte de una memoria colectiva. Sólo tengo recuerdos propios, recuerdos que puedo llamar míos, una vez puse mi primer pie sobre la tierra.
Fue doloroso, la caída, es lo primero que siente un ángel, en ese momento sólo piensas en lo que te espera al otro lado. Desciendes a tal rapidez que el tiempo y el espacio parecen comprimirse dentro de tu cabeza, a medida que te acercas sientes las emociones, el amor, el dolor, el odio, la tristeza, la desesperación estas últimas son tan fuertes, profundas y arraigadas que nuestro espíritu se vacía y nuestra fuerza de voluntad se hace jirones, desgarrando nuestra fe.
La presencia purificante de Dios es tan, tan lejana, sientes tristeza, añoranza, ese sentimiento de abandono que los humanos conocéis tan bien.
Se sincera Nicole, cuanto os puede durar ese sentimiento, cuánto tiempo podéis estar sumidos en la desesperanza por el abandono…porque yo llevo miles de años.
Sin embargo no todo es desamparo o desasosiego, en la tierra los ángeles empezamos a experimentar una dualidad difícil de explicar...-En ese momento, mientras Paulus hablaba, Nicole carraspeó.
-Lo siento señor Redfox.-Dijo Nicole mientras apagaba la grabadora y empezaba a recoger sus cosas. –Creo que se ha equivocado de persona.-
Paulus no expresó emoción alguna al oír esto, sólo se limitó a dejar la colilla en el cenicero y a encenderse otro cigarro.
Cinco minutos después Nicole había recogido sus cosas y abandonado la habitación del hotel donde se hospedaba Paulus. Él mientras, seguía observando por su ventana.


-Los humanos y sus prisas…-Se dijo así mismo y después sonrió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario